el hombre en la noche
diarios oníricos
6 jun 2014
Luminosidad
Allí, donde habitas un alma única
nadie puede romper tu rostro de cristal
ni traspasar tus lágrimas de océano.
Nadie suplantará tu voz, su viaje interminable
por los canales inconfundibles de la memoria.
En tu ámbito leve y cómplice
de los últimos animales de la tierra se entrega a ti
la materia más vieja,
la sustancia indescifrable a nuestros ojos,
que muta en tu pureza hasta erosionar
los gestos de los frágiles bárbaros.
Tu tegumento es ahora la luz
invisible y astral
porque también en las profundidades
hay planetas
y su irradiación incandescente no se apaga
nunca.
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Hay un espacio dentro de nosotros que no es de este mundo, cuando te conectas a él, simplemente abrea la puerta al universo.
ResponderEliminarBesos.
Preciosa está manera de decir...
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