el hombre en la noche

el hombre en la noche

diarios oníricos


El hombre en la noche enciende una luz para sí mismo (Heráclito)



4 feb 2014

desconcentración




Las largas horas dormidas hacen y deshacen. Lento, descentrado, bloqueándome a cada paso, mi mirada es de despiste. Evitando que la taza del café se me derrame, torpe al meterme el jersey, poco propenso a emitir palabras. Atrapado todavía en alguna estancia que no se ha cerrado de cuantas visité durante las últimas horas, una extraña posesión me desconcierta. No poder nominarla, no saber qué imagen tiene, no percibir sus contornos, no poder calcular su dimensión y menos su temporalidad. Vendido hasta el punto de que el café no me gusta, de que paso las páginas del diario a la carrera, de que ni me atraen ni me repugnan los acontecimientos adulterados que transmiten, de que al fregar los platos chocan unos contra otros en un rumor estrepitoso que me inquieren por maltrato. Podía probar a pincharme con un alfiler y no lo sentiría. Y esta presión, como si un súcubo jugara dentro de mi cráneo, más allá, más al fondo.